Angel Gayúbar. Graus.
Aunque parezca raro, a veces las casualidades ocurren. En plena polémica por la iniciativa de TV3 de incluir entre las montañas míticas de Cataluña el Aneto y el Vallibierna –ambos situados en el Valle de Benasque-, diecinueve integrantes del Centro Excursionista de la Ribagorza, CER, hacían cima el pasado 29 de agosto en el segundo de estos picos, un día después de que ascendieran los montañeros catalanes que conmemoraban las bodas de plata de la primera ascensión catalana al Everest.
"Fue una auténtica casualidad –explica Carlos Bravo, uno de los integrantes de la cordada aragonesa- ya que nosotros habíamos programado esta excursión en esta fecha hace casi un año y la habíamos presentado públicamente con el resto de las propuestas de excursiones, marchas y ascensiones del Centro Excursionista el pasado mes de octubre". Es decir, no se trataba de una respuesta reivindicativa ante una apropiación indebida de parte del territorio aragonés –luego, cierto es, matizada y corregida desde TV3- sino que fue pura y sencillamente una casualidad que dejó patente que, como ocurre con el Aneto, el Vallibierna es una cima muy apreciada y frecuentada por los aficionados a la montaña de la Ribagorza.
De todas formas, desde el CER se congratulan con esta coincidencia y denuncian que la inclusión de algunas zonas orientales de Aragón dentro de la geografía de la comunidad vecina "es algo que se viene repitiendo con demasiada frecuencia". El CER recuerda que "las dos montañas citadas pertenecen inequívocamente al territorio aragonés" y, para evitar en el futuro este tipo de errores considera que "sería bueno que desde nuestras instituciones se llevara a cabo, sin acritud pero con la firmeza necesaria, la defensa de la indiscutible condición aragonesa de estos o de otros lugares que puedan ser objeto de una indebida apropiación geográfica por parte de otras comunidades".
Acerca de la escalada, Bravo señala que "se trata de una ascensión bastante exigente y que cuenta con la dificultad técnica del famoso "paso del Caballo" que comunica las dos cimas de la montaña". Así mismo, recuerda la discusión existente entre los montañeros acerca de si estas dos cimas, separas por este paso de apenas veinte metros, son independientes o forman un todo conjunto. Para algunos montañeros se debe distinguir entre la cima de Culebras y la propiamente de Vallibierna mientras que otros opinan que las dos forman parte del mismo pico.
Discusiones al margen, los excursionistas ribagorzanos se plantearon esta marcha montañera como un itinerario circular con salida y llegada hasta el refugio de Coronas, situado a 1990 metros de altitud, y una ascensión hacia la tuca de Culebras, a 3062 metros, por el barranco del mismo nombre –que lo recibe de los singulares estratos curvilíneos que lo flanquean- y tras salvar la veintena de metros del impresionante "paso del Caballo" coronar la cima del pico Vallibierna a 3067 metros y regresar por los ibones homónimos y por la senda del GR-11 hasta el refugio del que habían salido. "Lo del nombre del paso del Caballo viene porque muchos manuales aconsejan atravesarlo a horcajadas, para evitar así el peligro que suponen los impresionantes acantilados que se abren a los dos lados de este estrechísima vía de comunicación entre las dos cumbres que se ha cobrado varias vidas, sobre todo cuando aparecen los hielos o cuando loas condiciones de visibilidad no son las más apropiadas", apunta Bravo quien reconoce que son muchos los montañeros que se dan la vuelta en este punto al no poder franquear el paso.
Sobre la ascensión, recuerda que "nos hizo un día espléndido, con una temperatura ideal y un cielo que, cuando llegamos a la cumbre, estaba totalmente despejado y nos permitió disfrutar de unas vistas extraordinarias".
Los excursionistas ribagorzanos iniciaban la caminata sobre las ocho de la mañana y, tras varias paradas para disfrutar del paisaje y de la excursión –además del tiempo empleado en salvar el peliagudo paso del Caballo- regresaron al lugar de partida unas ocho horas después.